La brevet de 400 es una de las más complicadas, sobre todo por la pereza que da hacer tantos km por paisajes que no aportan nada. Si a eso añadimos que mi intención era hacerla en solitario porque tenía la sensación que llevando a Pere a mi ritmo lo acabo desfondando y Quim insistía en hacerla muy tranquilamente (estaba obligado a hacerla porque sino no podía hacer la
BPB600). Si encima tenemos en cuenta que dejaba en casa a Montse con los dos niños y mermada físicamente, puesto que dos semanas antes en una desafortunada caída con la bici, se rompió el brazo (desvaneciendo sus aspiraciones de hacer el Ironman de Niza). Todo ello hace que durante la última semana haya estado muy nervioso y encima no he entrenado absolutamente nada (excepto una salida el domingo anterior que me dejó más bien tocado). Para ayudar a la moral, el hombre del tiempo se pone en contra nuestro y nos anuncia mal tiempo, básicamente lluvia.
Con estas expectativas, mucho sueño y poco motivado voy a Manresa el sábado a las 5. Afortunadamente Pere y Quim sí que están y espero encontrarme con los breveteros habituales. No estarán el “Maño”, José del aeropuerto ni David Peñaranda.
No quiero aparentar desánimo pero esta brevet, que hago porque quiero, porque me hace ilusión y porque este año me he propuesto hacer brevets, es una en las que has de estar más fresco psicológicamente y tengo la sensación de no estarlo.
A las 6 en punto empezamos a pedalear, justo cuando empieza a llover. Dos espectaculares rayos, con sus respectivos truenos hacen acto de presencia en el momento en que empezamos a movernos, parece el cañonazo de salida.
A pocos km de Manresa Pere pierde un bidón, le decimos a Quim que continúe y nos ponemos a buscarlo quedándonos los últimos.
Ahora ya sólo queda adelantar gente.

Subiendo el Coll de Maians
Subimos tranquilamente y llegando a Igualada ya vamos rodeados de gente, entre los que se encuentra Mónica (
nikabike) que ha venido sola porque a Iván no le van las palizas de este calibre. La encuentro algo nerviosa pero contenta y alegre, como siempre. Espero que no haya tenido ningún percance (sufría por los pinchazos) y que haya terminado a una buena hora y satisfecha.
Nos enganchamos con el grupo en el que va Quim que curiosamente va capitaneado por Ariadna Cambronero y Sergi Llacuna, dos ciclistas de muchísima categoría.
Hablamos un poco con ellos, hacemos las paradas fisiológicas de rigor y vamos encontrando nuestro sitio natural.
Antes de llegar a Sta. Coloma de Queralt, Pere y yo ya vamos solos y Quim se ha quedado rodando con tres breveteros de Huesca con un ritmo muy bueno y constante.

Paradas matutinas
La bajada hasta el primer control, la hacemos disfrutando. Se nos enganchan un par de chicos de Valls, Ariadna y Sergi.
Vemos a Quim en el control, nos aseguramos que está bien y proseguimos, confiando que el grupo en el que rueda le irá mejor que nuestro ritmo.Los que sí deciden venir con nosotros son Ariadna y Sergi, un lujo para nosotros a la vez que una ventaja, pues el terreno hasta Lleida es de aquellos en los que es mejor dar relevos para pasarlo rápido. El asfalto entre Belianes y Arbeca es nefasto.

Siguiendo la rueda buena
Pasamos Lleida y nos dirigimos a Almacelles, donde queremos parar a comer algo, pero como no hay nada a pié de carretera, continuamos hasta un restaurante a unos 10km de Binefar. Pedimos comida caliente y nos sentamos fuera, al lado de una mesa de breveteros que ya están terminando de comer. Han comido bien, se han tomado una botella de vino, un par de cervezas y en el postre alguno pide carajillo de Anís del Mono y otro una copa de Cuty Shark. Esto sí que es sentarse a una mesa!

Parada culinaria
Cuando volvemos a coger la bici noto que mi rueda delantera está pinchada y digo a Ariadana y Sergi que Pere y yo pararemos en Binefar a repararla. Es en ese punto en el que nos separamos, pero no reparamos la rueda porque en la gasolinera el compresor no funciona. Seguimos la ruta y vemos a lo lejos como Ariadana y Sergi van tirando de un grupo más o menos grande. Nosotros ralentizamos un poco para intentar conservar el aire de la rueda.

Saliendo de Binefar. Ariadna y Sergi comandando el grupo que se ve en el infinito
Cruzamos la zona de La Litera en dirección a Fonz y Estadilla. Hasta este momento el tiempo ha sido excelente, ni frío ni calor, poco viento y ligeramente nublado.
Llegando a Fonz vemos una inmensa nube negra en el horizonte.

Nubarrones sobre Fonz
En el segundo control del día, en la gasolinera de Estadilla, reparo la rueda. He de agradecer muchísimo en mi nombre y en el de muchos de los compañero que estuvimos el sábado en Estadilla, la buena actitud y generosidad del trabajador de dicha gasolinera, puesto que debería haber cerrado a las 2 y siendo las 3 aún repartía bebidas y con la manguera del compresor pude repara bien la rueda.
Vemos a Ariadana y Sergi que siguen a buen ritmo y nos avisan de que están cerrando. Me sorprendo al ver a Quim que ya está saliendo del control. Va por delante nuestro porque no ha hecho paradas culinarias y se encuentra bien de fuerza. Nos despedimos de él y se va mientras reparamos la rueda, cosa que hacemos rápidamente por miedo a la lluvia.

Reparando el pinchazo
Pasado Estada encontramos el suelo absolutamente mojado y sospechamos que Ariadana, Sergi y Quim se han mojado. En el mismo instante en el que cogemos la A-123 se pone a granizar. Nos protegemos de la lluvia, Pere con un GoreTex y yo con un WindStoper, y vamos subiendo tranquilamente con la intención de quedarnos en alguno de los túneles si la cosa se pone peor.
Finalmente no hace falta parar pues la lluvia, aunque intensa y constante, no es nada del otro mundo. Eso sí, paramos a hacer una foto en el cruce de Graus para mandársela a David Giró y así darle envidia.
Mira David, hem estat a tocar de Graus!!!!!!
Poco antes de llegar a Benabarre encontramos a Quim y rodamos los tres juntos hasta el control.
Llueve cada vez más y empieza a hacer frío. Deseamos buena ruta a Ariadana y Sergi y pedimos algo de comer. Sin perder demasiado tiempo partimos en dirección a Catalunya por la N-230. Quim y yo tenemos tanto frío que por culpa del temblor somos incapaces de mantener recta la rueda delantera.
La bajada hasta Alfarràs es rápida y placentera al tiempo que dejamos atrás la lluvia. Los tres vamos a buen ritmo por carreteras conocidas hacia Ballaguer. Antes de llegar a Cubells, justo en el km 300 pinchamos la rueda trasera de Pere. Mientras la reparamos empieza a llover de nuevo y esta vez es la definitiva, pues de una manera u otra ya no dejará de llover.
Pasamos Artesa de Segre y en Pons tomamos un café y unas pastas. Se no hace de noche, encendemos todas las luces y nos convertimos en miembros de la Secta “Los seguidores de la Línea Blanca”, eso sí, a buen ritmo.
Llegando a Calaf la lluvia se anima sobremanera y quedamos absolutamente empapados justo antes de empezar la última bajada del día.
Durísimo, no hay otro calificativo para describir el intenso frío que estamos sintiendo. Nos vemos obligados a parar para intentar reaccionar y yo creo que empiezo a tener hipotermia, puesto que me resulta prácticamente imposible mantenerme despierto a pesar de los esfuerzos y de no parar de pedalear (que siendo en bajada y lloviendo es casi un ejercicio de idiotas, pedalear mientras freno y gastar pastillas mientras llueve, lo dicho ……….de idiotas).
Al final de la bajada, justo cruzando l’Eix antes de Rajadell Estació, vuelvo a pinchar la rueda delantera. Qué desesperación!
Cambiamos la cámara, hinchamos la rueda con la increíblemente efectiva bomba de Quim y proseguimos.
Aprovechamos la subida para calentarnos un poco y ya en bajada adelantamos a tres compañeros que nos habían pasado mientras reparábamos el pinchazo y bajo la espectacular luz del foco de Quim llegamos al local de la
PCBonavista, donde, como siempre, hay alguien con una sonrisa esperándonos para felicitarnos, animarnos y agradecernos la asistencia. Que increíbles son estos del Bonavista. Una vez más, muchas gracias por hacer posibles estas aventuras.
Nota: no hay perfil de la ruta, porque mi computador se ha inundado.
Fotos:

Un día perfecto para pedalear

Ni una nube en el horizonte

Ariadna y Sergi; qué fácil es rodar detrás de estos dos grandes ciclistas

Pasando por San Esteban de Litera

El más grande entre los grandes, el brevetero incansable.
Un ejemplo para todos.

Pere en plena subida

La Maquina …………….

…………. y el maquinista.
Detrás, el empleado de la gasolinera de Estadilla, gracias.

Quim pasando el oportuno “
parte”.

Ariadna y Sergi equipándose para salir de Benabarre

Las nubes que hemos dejado atrás

Rodando tranquilamente

Grandes compañeros de ruta …………….

…………… siempre con una sonrisa bajo el casco.