El sábado David y los niños nos acompañan a Eva Cortiella y a mí a Calella de la Costa para poder recoger los dorsales, hacer el breafing e instalarnos en el Hotel España.
Llegada a Calella
Para empezar, al breafing no llegamos. Eso sí, saludamos a muchos amigos que han venido a ver la fiesta que se ha montado o que han venido a correr.
Despedimos a David y los niños y vamos a la Pasta-Party, donde comemos antes de ir a al hotel.
Estamos nerviosas, pero ahora ya no hay marcha atrás. La única cosa que me preocupa es tener un pinchazo, …………bueno, que el mar esté picado tampoco me deja muy tranquila.
Nos despertamos a las 4:45 y desayunamos bien. Vamos a verificar las bicis, el material y nos ponemos los neoprenos para nadar un poco. Vaya, no nos dejan nadar, así que salimos del agua e inmediatamente pierdo de vista a Eva, que ya se habrá ido hacia su cajón de salida. ¡Qué sorpresa! Pablo Amorós está en mi cajón, el último de salida. No, es solo que se ha desorientado y está buscando el suyo, el primero de todos con los Policías y los Bomberos.
En la salida, según el web de la organización, hay 1932 Half-Challenge, 88 Policías y Bomberos y 19 inconscientes que nos hemos apuntado a la Half-Challenge y a la Challenge. En total 2039 valientes que nos tiramos al agua con unas olas que te pasan por encima y te dan unos revolcones de miedo.
Acabo la natación con 1 hora y casi 2 minutos. Me lo he tomado con calma haciendo braza la mayor parte de los 1900 metros, demasiado mar para mi.
Cojo la bici y empiezo a pedalear hacia el Masnou. Por el camino me alcanza Jordi Granell, ex-compañero de colegio de David (hace siglos de esto) que está renegando del tramo de natación que ha hecho con algo menos de tiempo que yo, pero también a duras penas. Hablamos un poco y va tirando hacia adelante. El tramo de bici es muy fácil y cómodo (no en vano es mi mejor modalidad), aunque me agobia ver que hay mucha gente que está pinchando. Yo no llevo ni cámaras ni mancha, así que si pincho haré lo que me ha dicho David, no parar y llegar, si puedo, con la rueda pinchada hasta el final; si Abraham Olano ganó un mundial así, como no voy a llegar yo. Por suerte no hace falta ser tan drástica y llego sin problemas mecánicos, eso sí, los últimos 20km con un fuerte viento de cara que me han dejado hecha polvo y ha dejado la media en 25km/h.
Me pongo las bambas, voy al lavabo y con la calma que me da el pensar sólo falta una moralidad, empiezo a correr.
Hace calor, mucho calor, pero lo peor es que el circuito es por terreno no siempre asfaltado y en ocasiones arena blanda. Menuda paliza. En los primeros km saludo a Ferran Vila, que ya está volviendo. La ida se hace dura pero la vuelta, gracias a Jon Aseguinolaza que me distrae con su conversación y sus comentario derrotistas (también se ha apuntado a los dos, Half y Challenge), no tanto.
Finalmente, en el último avituallamiento me dice que me vaya, que él para un rato a coger fuerzas.Poco después me encuentro con Sandra Ballabriga, que tenía que correr hoy pero la organización no le permitió hacer un cambio de nombre y se quedó fuera. Corre a mi lado hablando por el móvil con David, que está esperándome en la línea de llegada con los niños. Me deja a un km de la llegada donde enfilo la subida final que todo el mundo dice que es muy dura pero para mi es como un subidón de adrenalina con la gente animando y mi hija Anna esperándome para hacer los últimos metros de la subida y la media vuelta al estadio hasta cruzar el arco que me acredita como FINISHER de la Half-Challenge de Barcelona-Maresme 2009.
Estamos nerviosas, pero ahora ya no hay marcha atrás. La única cosa que me preocupa es tener un pinchazo, …………bueno, que el mar esté picado tampoco me deja muy tranquila.
Nos despertamos a las 4:45 y desayunamos bien. Vamos a verificar las bicis, el material y nos ponemos los neoprenos para nadar un poco. Vaya, no nos dejan nadar, así que salimos del agua e inmediatamente pierdo de vista a Eva, que ya se habrá ido hacia su cajón de salida. ¡Qué sorpresa! Pablo Amorós está en mi cajón, el último de salida. No, es solo que se ha desorientado y está buscando el suyo, el primero de todos con los Policías y los Bomberos.
En la salida, según el web de la organización, hay 1932 Half-Challenge, 88 Policías y Bomberos y 19 inconscientes que nos hemos apuntado a la Half-Challenge y a la Challenge. En total 2039 valientes que nos tiramos al agua con unas olas que te pasan por encima y te dan unos revolcones de miedo.
Acabo la natación con 1 hora y casi 2 minutos. Me lo he tomado con calma haciendo braza la mayor parte de los 1900 metros, demasiado mar para mi.
Cojo la bici y empiezo a pedalear hacia el Masnou. Por el camino me alcanza Jordi Granell, ex-compañero de colegio de David (hace siglos de esto) que está renegando del tramo de natación que ha hecho con algo menos de tiempo que yo, pero también a duras penas. Hablamos un poco y va tirando hacia adelante. El tramo de bici es muy fácil y cómodo (no en vano es mi mejor modalidad), aunque me agobia ver que hay mucha gente que está pinchando. Yo no llevo ni cámaras ni mancha, así que si pincho haré lo que me ha dicho David, no parar y llegar, si puedo, con la rueda pinchada hasta el final; si Abraham Olano ganó un mundial así, como no voy a llegar yo. Por suerte no hace falta ser tan drástica y llego sin problemas mecánicos, eso sí, los últimos 20km con un fuerte viento de cara que me han dejado hecha polvo y ha dejado la media en 25km/h.
Me pongo las bambas, voy al lavabo y con la calma que me da el pensar sólo falta una moralidad, empiezo a correr.
Hace calor, mucho calor, pero lo peor es que el circuito es por terreno no siempre asfaltado y en ocasiones arena blanda. Menuda paliza. En los primeros km saludo a Ferran Vila, que ya está volviendo. La ida se hace dura pero la vuelta, gracias a Jon Aseguinolaza que me distrae con su conversación y sus comentario derrotistas (también se ha apuntado a los dos, Half y Challenge), no tanto.
Finalmente, en el último avituallamiento me dice que me vaya, que él para un rato a coger fuerzas.Poco después me encuentro con Sandra Ballabriga, que tenía que correr hoy pero la organización no le permitió hacer un cambio de nombre y se quedó fuera. Corre a mi lado hablando por el móvil con David, que está esperándome en la línea de llegada con los niños. Me deja a un km de la llegada donde enfilo la subida final que todo el mundo dice que es muy dura pero para mi es como un subidón de adrenalina con la gente animando y mi hija Anna esperándome para hacer los últimos metros de la subida y la media vuelta al estadio hasta cruzar el arco que me acredita como FINISHER de la Half-Challenge de Barcelona-Maresme 2009.
En total han sido, según la organización 7 horas 17 minutos 30 segundos, la 1445 finisher de hoy, 18ª de mi categoría y, ahora mismo, la mujer más feliz del mundo.
De los 2039 que teóricamente han salido, han descalificado a 236 y han terminado 1480 (clasificación), los demás han abandonado.
Me cuentan a la llegada que ha habido muchas caídas en el tramo de bici, e incluso a Eva la han tirado de la bici y se le han caído encima. Una pena, puesto que ha quedado 4 de su categoría y quizás podría haber hecho pódium de no ser por este percance.
Quiero, también, agradecer a todos los conocidos y a los muchísimos desconocidos que me animaron en todo momento. Su aliento fue indispensable e imprescindible para continuar adelante.
Enhorabuena a todos los finishers y ánimo para todos aquellos que nos queda el Challenge de Barcelona-Maresme el próximo 4 de Octubre de este año.
Hoy, 25 de mayo, es mi cumpleaños y éste es el regalo que me he hecho este año.
Me gusta mi regalo!!!
Fotos de la Half-Challenge: